Huitzuco es una pequeña población de cerca de 20 mil habitantes, cabecera del municipio Huitzuco de los Figueroa. El nombre significa en náhuatl, lugar de espinas. Hace unos días se llevó a cabo la fiesta patronal del Señor Santiago, en honor al apóstol. La fiesta llena de vida y alegría se llevó a cabo con los danzantes Tlacololeros, tradicionales de la región. Huitzuco es un lugar histórico, ahí llegó el ejército del Sur, con los zapatistas en plena revolución, ahí también nació Rubén Figueroa Figueroa, mejor conocido como el tigre de Huitzuco. De hecho, de esa pequeña población proviene la conocida familia Figueroa. El papá, Rubén, fue senador de la República y después gobernador de Guerrero. Cuando era senador fue secuestrado por Lucio Cabañas, y fue liberado después de pagar un rescate por el ejército seis meses después. Llegó a la gubernatura y vengó con creces ese hecho. Al papá Rubén se le atribuyen cientos de desapariciones forzadas de la guerra sucia de los años setenta. Su hijo, Rubén, también fue gobernador, y también nació en el apacible Huitzuco, pero tuvo que renunciar porque se le atribuyó la masacre de Aguas Blancas, donde murieron 17 personas y quedaron 21 heridos.
Hoy Huitzuco ha devenido en otro epicentro del dolor, esta vez, por las decenas de desapariciones forzadas que se han cometido en los últimos años. El lugar de las espinas es lugar de muerte y resurrección: como en la profecía de Ezequiel, la muerte recobra carne, los huesos vida. Esta profecía se cumple gracias a los buscadores de fosas.
-VN. ¿Cuál es tu nombre?
-Me llamo Mario Vergara Hernández
-VN. ¿A qué te dedicas?
-Tengo un expendio de cervezas. Pero ahora soy buscador de fosas.
-VN. ¿Cómo es eso?
-Desde que desapareció Tomás, mi hermano, lo busco por todas partes. Él desapareció el 5 de julio del 2012 en Huitzuco. Cuando sucedió en Iguala la detención y desaparición de los 43 y que asesinaron a dos más, se les empezó a buscar. Los papás de los estudiantes se pusieron a buscar por todas partes, en el monte y fue entonces cuando escuchamos que habían encontrado 5 fosas con 30 cuerpos y cuando vieron bien no eran los cuerpos de los estudiantes. Entonces nosotros pensamos que podrían ser nuestros familiares desaparecidos. Gracias a los de la UPOEG, Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero, aprendimos a buscar. Ellos nos enseñaron cómo buscar fosas. Y así empezamos a buscar por todas partes.
Mario toma aire y pierde la secuencia de su narración.
-Nosotros pensábamos que era un castigo de Dios.
-¿Cómo?
-Sí, pensamos eso porque nos sucedió eso muy feo. Desapareció y pensamos que era porque vendíamos cerveza. Pero después nuestro pensamiento cambió.
Mario narra a VN su historia, cuenta cómo tenían miedo y no querían salir a buscar. Los conocen, los han visto a los que se llevan la gente. Todo el pueblo tiene miedo. Mejor no se habla de eso. Pero cuando sucedió lo de los 43, entonces todo cambió. La gente quería hablar, entonces aparecieron en la memoria del pueblo los desaparecidos que están ocultos, que se les negaba, que “estaban en Estados Unidos”. Que se habían ido, pero con los 43 regresaron y empezaron a buscarlos. El miedo se acabó.
?Entonces nos dimos cuenta de todos los desaparecidos. Pues nadie lo platica. Todos nos quedamos callados. Pues como sabes, una de las amenazas es: “si dices algo te va a pasar lo mismo” “Te matamos o a tus familiares”. Entonces, sufrimos en silencio. No quieres decir nada por miedo a que le pase eso mismo a otro familiar. Yo, a mi hermano, no lo buscamos durante mucho tiempo. Pero después si pegábamos fotos, mi mamá me decía “vete a buscarlo a los cerros”. Y yo soy – era – una persona muy negativa y le decía que “son muy grandes los cerros como para andarlo buscando”.
-Cuando los papás de los 43 destaparon las primeras fosas y dijeron que “no son mis hijos”. Entonces salimos y el corazón nos cambió porque pensamos que era nuestro familiar. En realidad, las cinco fosas era un gran panteón. Todos sus alrededores esta lleno de huesos. Y ahí me convertí en un buscador de fosas. Así cambió mi vida, por subirme a los cerros y buscar a mi hermano.
-Iguala está lleno de fosas. Yo digo que no somos buenos buscando porque en Iguala hay muchísimas fosas.
-VN. ¿Cuántas fosas han encontrado?
-No llevamos la cuenta. De lo que sí sabemos es el número de cuerpos recuperados.
-¿Cuántos cuerpos recuperados han encontrado?
-Llevamos ochenta y cinco cuerpos recuperados. Tenemos como 60 fosas más ya marcadas y 15 lugares por ir a explorar.
-¿Trabajas solo?
-No, tengo mis compañeros, salimos en grupo. Últimamente nos hemos detenido por los problemas de seguridad. Está muy caliente en Iguala, muy feo. La seguridad nos la brindan los días domingo que nos podemos desplazar a varios lugares con Gendarmería. Supuestamente PGR nos brinda seguridad, pero no es cierto: se brindan ellos mismos la seguridad.
-VN. ¿Cómo llegan a los lugares?
-Tenemos información por anónimos. Nos mandan recados y nosotros vamos a buscar donde nos dicen los anónimos. O la misma gente nos manda dónde.
-VN. ¿Cómo publican lo que encuentran?
-Tenemos un Facebook, se llama te-buscaré-hasta-encontrarte. Y subimos la información de lo que hacemos: cuántos cuerpos se encontraron al día. Qué eran: hombres o mujeres. Características no ponemos para no lastimar a la gente. Pero hay un caso muy significativo que compartimos que no la puedo olvidar. Es una muchacha y tengo que decirlo. Lo que encontramos fueron puros huesos. Lo levanta PGR y nosotros estamos nada más a un lado viendo. Era una muchacha rubia. Por lo que dicen los antropólogos era muchacha joven, tenía sus braquetes de estrellitas. De estrellas. Tenía un pants rosita. El pants no se lo había comido la tierra. Estaba como nuevo el pants rosa. Y unos tenis blancos con una línea como tipo Nike. Si alguien escucha esto (se refiere a la grabación que hace VN) la va a reconocer rápido y va a decir que es mi hija.
-No es una labor difícil, no. Es fácil localizar fosas y hay que buscar. Habrá muchas fosas borradas, pero nosotros hemos puesto todo de nosotros para reconocerlas. En la punta de un cerro que le llamamos “el panteón de la Joya”, ahí había trabajado la SEIDO porque abrimos una fosa y encontramos la cinta amarilla que ellos usan, hacia el otro lado había una fosa que la había trabajado la Fiscalía. Pero Alrededor de esas fosas que ya habían dejado las autoridades recuperamos 27 cuerpos. Y Bueno, pues nosotros nos preguntamos ¿De qué se trata esto? Dejan los cuerpos y no los recogen o bien, ni se dieron cuenta de que ahí estaban. Sabemos que ellos no tienen gente especializada para encontrar fosas.
Cambia Mario de tema de manera insospechada. Se queda viendo el suelo, como si viera las fosas que encuentra y dice: no tiene precio la tarea de encontrar cuerpos. Los familiares están ansiosos esperando. Cuando ese cuerpo encuentra a su familia ya puede descansar, y cuando la familia encuentra a su cuerpo llega la paz que tanto ha buscado. Ahora lo veo: cada cuerpo que levantamos lleva el nombre de mi hermano. Porque a lo mejor nunca llegue a encontrar a mi hermano.
-VN. ¿Vas a la Iglesia?
-Si, voy a la Iglesia y me persigno y le pido a Dios fuerzas para que me acompañe en este camino.
-VN. ¿El párroco apoya?
-Nuestro grupo en Iguala se reúne en una iglesia. Ahí nos dieron asilo. Ahí nos refugiamos. Ahí se coordinan nuestras actividades. De ahí partimos para los cerros. Es un gran apoyo.
-VN ¿Qué iglesia es?
-La iglesia San Gerardo de Mayela. El párroco nos acompaña y nos da fuerza.
Mario reflexiona sobre lo que hace con sus compañeros, en el apoyo del párroco, y cómo las autoridades están sentadas y no hacen su trabajo. Las leyes nos dicen cosas y la vida real no tiene nada que ver.
-Al principio veía esto como un castigo de Dios. Ahora, conociendo a otros grupos por todo el país que hace lo mismo que yo lo veo como una bendición de Dios. Yo creo que nosotros no nos escogieron, pero estamos dando nuestro granito de arena y ya estamos haciendo cosas. Ya estamos en marcha.
-VN. ¿Algo más que quisieras compartir?
-Quiero invitar a toda la gente que tiene un familiar desaparecido que se haga las pruebas de ADN ante PGR. LA PGR se está llevando todos los cuerpos que nosotros los recuperamos. Muchos cuerpos no han sido identificados. A la mejor podemos encontrar a nuestra familia.
Pablo Romo Cedano
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