Las calles se llenaron con el grito del silencio convocado por Javier Sicilia y secundado por cientos de familiares de víctimas de la guerra insensata. El gobierno y el Estado hacen de su incompetencia un discurso meloso para convencernos que hacen todo lo posible por responder a las demandas, cuando la realidad estrujarte muestra que no pueden: los nombres pronunciados que “no debieron morir” nos los fantasmas que niegan el “vamos a ganar”.
Raimon Panikkar (Barcelona 1918) intelectual reconocido afirma que: “es utópico propugnar un desarme militar sin un desarme cultural”. Este desarme cultural implica una crítica a la cultura que nace de la beligerancia, de los valores y actitudes que colocan mercancía por encima de la vida humana. Es elocuente el discurso del sicario que afirma ‘más vale vivir tres años bien que toda una vida como la de mi papá’ ¿qué es vivir bien para un sicario de 15 años? Seguramente tener cosas que no ha tenido, mercancías que ve en las pantallas del deseo que nunca podrá adquirir. Ese “bien” es el fomentado por la actual economía, por los tecnócratas y diseñadores del deseo y de la cultura.
La vida buena, la armonía y la construcción de un tejido social firme y nuevo no está en el pasado, sino en el valor por la persona humana con sus relaciones con otras y otros no en las mercancías. Desarmemos nuestra cultura de violencia y odio, desmontemos los discursos de “tenemos la ley, la razón y la fuerza”.
Dejar una Respuesta